Buñuelos Rellenos de Crema

Hoy también os traemos una receta tradicional de estas fechas, los buñuelos de viento. Aunque la fiesta de Todos los Santos ya haya pasado, nadie dice que no se pueda seguir comiendo este delicioso dulce unos días más!

 Hemos escogido la receta típica de los buñuelos castellanos, aunque a lo largo de la geografía nacional hay diversas variantes, con más mantequilla, con leche, etc… Además estos bocaditos también se elaboran en otros países, como Méjico, Colombia, Filipinas y pese a que su elaboración e ingredientes difieran, los orígenes son los mismos.

Parece ser que su origen es árabe y que antes de la reconquista, eran vendidos por los moriscos en las calles de Al-Ándalus, acompañados de miel. También se cuenta que los judíos elaboraban una receta similar de masa frita para celebrar el Jánuca (antecesores de los actuales Sufganiot o Sufganiá hebreos) y posteriormente se adaptó este dulce a la tradición religiosa cristiana.

La receta es más rápida de elaborar que de contar, así que no perdáis la ocasión de hacerla.

Ingredientes:

Para la pasta choux:

• 250 ml de agua
• 30 gr de mantequilla
• 1 pizca de sal
• 1 cucharadita de azúcar blanco
• 125 gr de harina
• 3 huevos (yo he añadido medio huevo batido más) ** Puede que necesite más, se ha de buscar la consistencia adecuada.
• Aceite de oliva suave o de girasol, para freír los buñuelos

Para la crema pastelera:

• 500 ml leche
• 2 yemas
• ½ huevo batido
• 35 gr de maicena
• 100 gr de azúcar blanco
• 1 palo de canela
• La cáscara de un limón

Nota: Tanto la crema como los buñuelos han de estar fríos a la hora de rellenarlos.

Elaboración:

Para elaborar la crema pondremos la leche, la cáscara de limón, la canela en rama y el azúcar a cocer. Retiraremos del fuego al alcanzar el primer hervor. Mientras, en un bowl grande, mezclar las yemas y el medio huevo con la maicena y batir con las varillas hasta que se mezcle. Colar la leche para retirar la canela y el limón, dejarla templar un poco. Pasados un par de minutos, verterla encima de la mezcla de los huevos, batiendo constantemente. Colar todo sobre el cazo, por si hay grumos, y volver a llevarlo al fuego (bajo-medio). Remover constantemente hasta que tenga textura cremosa (mejor con las varillas claro). Pasar la crema a otro recipiente y cubrir con plástico film, que toque la superficie, para que no se forme “costra”. Una vez fría conservarla en la nevera y adquirirá más espesor.

Pasta choux:

Poner el agua, la sal, el azúcar y la mantequilla a calentar en un cazo. El agua ha de hervir y la mantequilla estar derretida, antes de echar toda la harina de golpe y remover con una cuchara de madera hasta que la masa se despegue de las paredes.

Dejar templar un poco. Añadir el primer huevo y mezclar, no añadir el siguiente hasta que no esté perfectamente integrado el anterior. Esto es lo que hará que los buñuelos se hinchen al freírlos.

Tras añadir el tercer huevo, comprobar que la textura es la adecuada levantando la cuchara con masa, si esta cae, despacio pero fluida, estará lista, si no añadir poco a poco un huevo batido (a cucharadas) hasta que esté lista.

Calentar el aceite cuidando que no esté demasiado caliente. Con ayuda de dos cucharillas, ir formando bolitas con la masa, depositándolas en el aceite con ayuda de la cucharita.

 ** Si el aceite está a la temperatura adecuada los buñuelos girarán solos, aunque podemos ayudarnos de una espumadera, y si está demasiado caliente la base se quemará y pesará demasiado para girar, quedando por fuera muy dorado y por dentro crudo.

Colocar los buñuelos sobre papel absorbente y dejar que se enfríen.

Una vez fríos, rellenar una manga pastelera con la crema e ir rellenándolos, y si no se tuviese manga,  abrir un pequeño agujerito en la base, con un cuchillo y rellenar.